Reflexión sobre lograr hacer lo que uno ama

Gran verdad lo que dice la frase, pero muchas veces no se puede lograr en la vida, depende de muchos factores.  

La vida cambia radicalmente,
cuando hacés lo que amás !

   

Cuando uno es pequeño sueña con lo que quiere ser de grande.

Cuando llegamos a ser grandes, somos lo que podemos ser, más allá de los sueños. 

Que quiero decir con ésto, es que soñar, soñamos muchas cosas, algunas alcanzables y otras imposibles.

Ya sea por problemas personales, intenciones frustradas, decisiones desacertadas, posibilidades esquivas, que llevan a otro lugar a aquello que hemos soñado. 

Pero no todo es nefasto, hay un gran número de personas que sí pueden lograr cumplir sus sueños o por lo menos algo cercano a ellos, y están felices de haber cumplido sus metas.

Cuando se trata de trabajar sobre algo que amás, lo que hacés no es un trabajo u obligación, es un placer, hacerlo no cuesta nada, todo es llevadero y armonioso. 

Cuando se trata de formar la familia que soñaste, todo se convierte en la famosa familia Ingalls, por lo idílico, aunque la realidad sea un tanto distinta, uno apuesta y soporta a costa de esa apuesta, para lograr la meta. 

Cuando se trata de un hobby o pasión por algo definido, creo que ahí fluye el verdadero placer, es un real ida y vuelta íntimo, es algo más superior a lo que puede ser un trabajo o una familia, sin restarle importancia a ninguna. 

Ahí si, es perfecto, todo cambia cuando hacés lo que amás.

Pero cuando la realidad es una tan distinta a la soñada, vienen las decepciones, las culpas, la mala suerte, la depresión, y aparece el conformismo, aquello de aceptar, porque peor es nada. 

El creer que no estaba destinado a vos, lo que aspiraste desde pequeña, entonces te toca aprender a vivir con lo que hay, así sin más.  

Empiezan las comparaciones, los intentos frustrados, las apuestas fracasadas, y con el correr del tiempo, más de uno tira la toalla en el camino, e intenta vivir con que le tocó. 

Tal vez es pesimismo, tal vez viene flojo de fuerzas, tal vez es más cómodo aceptar en vez de luchar por nuestros sueños. 

Nunca es tarde para intentarlo, aunque sea por única vez, nunca sabremos lo que hay a la vuelta de la esquina, lo que el destino nos tiene preparado.

El camino de la vida es largo, y tiene muchas paradas, yo creo que cuando uno tiene metas precisas, no hay que dejar de remarla, hasta verlas cumplidas.

Pueden ir cambiando esas metas, si por que no, pueden mutar, si, todo es válido, para llegar a hacer lo que uno realmente ama para ser feliz. 

Qué lindo es hacer lo que uno ama.

Ojalá todos podamos hacer lo que realmente amamos...